Por redacción
5 mil dólares, costo de incineración y traslado a México. “No hay recursos”, dice SRE
Alvaro Melgarejo Hernández emigró a Canadá en 2019 en busca de un empleo mejor remunerado. Vivió durante dos años en Montreal como trabajador de la construcción en espera de obtener asilo político. El lunes 8 de marzo falleció, presumiblemente por Covid-19. Sus cenizas no pueden regresar a México porque el alto costo de la funeraria, trámites y el traslado por avión tienen, todo lo cual asciende a más de 5 mil dólares, poco más de 100 mil pesos.
El Consulado de México en Montreal, a quien recurrieron sus familiares vía telefónica desde Puebla, sólo les envío un folleto con los trámites a realizar. La delegación en Puebla de la Secretaría de Relaciones, les dijo que hicieran la petición formal para pedir ayuda en Protección Consular, pero les advirtieron, “no hay dinero ni valijas diplomáticas” y en todo caso la ayuda máxima sería de 500 dólares.
“Estamos atados de manos, porque el viaje a Canadá con el tema de la pandemia y la cuarentena de 14 días al arribar allá, hace imposible viajar para buscar bajar el costo de los trámites y, por otro lado, el Consulado en Montreal ya ni siquiera nos contesta el teléfono”, dijo a ContraRéplica David Melgarejo, hijo del migrante.
“Si bien mi padre murió el 8 de marzo, lo encontraron en su departamento hasta el miércoles 10, un grupo de amigos que tiraron la puerta de su departamento. Muy probablemente sí murió por Covid. Mi papá era hipertenso y diabético. Me dicen que manifestó todos lo síntomas del virus y en el certificado de defunción se estableció insuficiencia coronaria. Además, lo cremaron inmediatamente”, agregó David.
Jaime David Jensen López, funcionario del Consulado en Montreal, les informó que esa representación diplomática “trabaja muy de cerca con la funeraria Magnus Poirier para fallecimientos ocurridos en el Programa de Trabajadores Agrícolas que gestiona este Consulado. Como referencia, esta funeraria cobra alrededor de $5000 CAD para el traslado de cenizas”.
Ante ello y sólo el envío de un folleto, David se trasladó a las oficinas de la SRE en Puebla, donde prácticamente le cerraron cualquier posibilidad de apoyo.
Fuente: www.contrareplica.mx