Alejandro Mario Fonseca
Hace poco más de seis años el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, alertó que el triunfo de Andrés Manuel López Obrador significaría “un retroceso para México”, ya que lo convertiría en “una democracia populista y demagógica”.
Declaró: “Tengo la esperanza de que haya lucidez en México, ante el populismo, la demagogia y las recetas fracasadas como en el caso de Venezuela, donde ahora el 90 por ciento quisiera salir de esa sociedad frustrada y fracasada”.
Comparó a AMLO con Maduro al cuestionar “si van a ser los mexicanos tan insensatos de votar por eso, teniendo el ejemplo de Venezuela enfrente”. Y todavía fue más contundente:
“Algunos países prefieren suicidarse, espero que eso no ocurra porque sería muy trágico para México, donde algunas cosas andan mal, pero otras bastante bien. Esperemos que el populismo no gane en México”.
Pero también criticó a Peña Nieto
Unos días después Vargas Llosa hizo la misma crítica al populismo de AMLO, pero al final también le tocó al gobierno de Peña Nieto: Al opinar sobre la gestión del presidente Peña, el escritor peruano la calificó como frustrada, fracasada y desastrosa.
“Yo creo que ha sido una gestión absolutamente frustrada, fracasada. En el campo precisamente de más repercusión en el mundo que es el de la violencia, la gestión de Peña Nieto ha sido desastrosa, yo creo que hay que reconocerlo y tenerlo en cuenta”.
Y remató: “Ojalá que el próximo presidente de México y el partido gobernante lo tengan en cuenta y se concentren en dar esa batalla que es la que crea mayor inseguridad, angustia y rechazo de las instituciones democráticas”. (Cfr. Aristegui en vivo).
¿Quién fue Mario Vargas Llosa?
Mario Vargas Llosa, nacido en Arequipa, en 1936 fue un escritor peruano que contó también con la nacionalidad española desde 1993. Fue uno de los más grandes e importantes novelistas contemporáneos.
También fue ensayista y periodista. Su obra ha cosechó numerosos premios, entre los que destacan el Nobel de Literatura 2010, el Cervantes (1994) —entendido como el más importante en lengua castellana—, el Premio Leopoldo Alas (1959), el Biblioteca Breve (1962), el Rómulo Gallegos (1967), el Príncipe de Asturias de las Letras (1986) y el Planeta (1993) entre otros.
Vargas Llosa alcanzó la fama en la década de 1960 con novelas como: La ciudad y los perros (1962), La casa verde (1965) y Conversación en La Catedral (1969).
Entre sus novelas se encuentran comedias, novelas policiacas, históricas y políticas. Varias de ellas, como Pantaleón y las visitadoras (1973) y La fiesta del Chivo (2000), han sido adaptadas y llevadas al cine.
Muchas de las obras de Vargas Llosa están influidas por la percepción del escritor sobre la sociedad peruana y por sus propias experiencias como peruano; sin embargo, de forma creciente ha tratado temas de otras partes del mundo.
Desde que inició su carrera literaria en 1958 residió en Europa (entre España, Gran Bretaña, Suiza y Francia) la mayor parte del tiempo, de modo que en su obra se percibe también una cierta influencia europea.
Al igual que otros autores hispanoamericanos, participó en política, pero él, a diferencia de los anteriores hispanos galardonados por la Academia Sueca, fue defensor de las ideas liberales. Fue candidato a la presidencia del Perú en 1990 por una coalición política de centro derecha.
Vargas Llosa un “liberal puro”
Para entender cabalmente a Vargas Llosa hay que leer su ensayo sobre La civilización del espectáculo, en el que afirma que la libertad económica y política sólo cumple a cabalidad su función civilizadora, creadora de riqueza y de empleo y defensora del individuo soberano, de la vigencia de la ley y el respeto a los derechos humanos; cuando la vida espiritual de la sociedad es intensa y mantiene viva e inspiraba una jerarquía de valores respetada y acatada por el cuerpo social.
“El gran fracaso, y la crisis que experimenta sin tregua el sistema capitalista –la corrupción, el tráfico de influencias, las operaciones mercantilistas para enriquecerse transgrediendo la ley, la codicia frenética que explica los grandes fraudes de entidades bancarias y financieras, etcétera- no se deben a fallas constitutivas a sus instituciones, sino al desplome de ese soporte moral y espiritual encarnado en la vida religiosa que hace las veces de brida y correctivo permanente que mantiene al capitalismo dentro de ciertas normas de honestidad, respeto hacia el prójimo y hacia la ley”.
Si nos quitamos las anteojeras ideológicas, la coincidencia de las ideas del Novel Vargas Llosa con las críticas y las propuestas de AMLO y de Claudia Sheinbaum, resultan asombrosas. ¿Qué le parece?