Alejandro Mario Fonseca
En mí niñez tenía un amigo Raúl Padilla, hijo de una amiga muy querida de mi madre, la señora Alma Marroquín. Raúl era hijo de su primer esposo, el abogado Padilla, un hombre de izquierda muy comprometido con las causas populares.
El licenciado Padilla era muy simpático, le gustaba bromear y platicar con los niños y jóvenes. Recuerdo muy bien que cuando visitaba a su ex esposa e hijo, que eran nuestros vecinos, aprovechaba para darnos consejos.
Ya más creciditos, cuando íbamos a la prepa, nos preguntaba sobre lo que leíamos. Con él tuve mi primera plática sobre el Manifiesto Comunista de Marx y Engels.
Todavía la Revolución Rusa gozaba de prestigio y el licenciado Padilla, del que nunca supe en que grupo radical militaba, se refería a la Unión Soviética como nuestra “segunda madre patria”. O sea que aceptaba a España como nuestra “primera madre patria”.
En sus pláticas le gustaba comentar las noticias del día, él leía tres o cuatro periódicos. Y me acuerdo muy bien que comentando sobre las políticas del presidente Díaz Ordaz, me hizo ver que hay que leer completas las noticias.
Y en efecto, el encabezado y los primeros párrafos de una noticia o de un texto, no bastan para informarse bien, pueden resultar engañosos: hay que leer todo el texto y con minuciosidad. Además, hay que compararlo con otras fuentes.
Las verdades a medias son peores que las mentiras
Las fake news (español: noticias falsas) es un tipo de falsedad articulada de manera deliberada que consiste en un contenido pseudo-periodístico difundido a través de portales de noticias, prensa escrita, radio, televisión y redes sociales.
Las fake news se emiten con la intención deliberada de engañar, inducir a error, manipular decisiones personales, desprestigiar o enaltecer a una institución, entidad o persona u obtener ganancias económicas o rédito político.
La noticia falsa tiene relación con la propaganda y la pos verdad. Las noticias falsas, al presentar hechos falsos como si fueran reales, son consideradas una amenaza a la credibilidad de los medios serios y los periodistas profesionales.
La difusión de noticias falsas con el objeto de influir en las conductas de una comunidad tiene antecedentes desde la antigüedad, pero su alcance está relacionado directamente con los medios de reproducción de información propios de cada etapa histórica.
Su área y velocidad de propagación resultaba escasa en las etapas históricas previas a la aparición de los medios de comunicación de masas. El desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación permitió que la dispersión de noticias falsas y su utilización para fines políticos sea uno de los grandes problemas de la actualidad.
“Mezquino”, ataque a la Marina
El pasado domingo (18/5/25) circuló en las redes sociales de internet un video en el que se ve al Buque Cuauhtémoc de la Marina
Mexicana chocando contra el puente de Brooklyn en Nueva York. Tratándose de un buque escuela, a primera vista uno piensa que el capitán y su tripulación son unos brutos, que nada saben de navegación.
Fue una tragedia en la que murieron dos estudiantes y otros dos se encuentran gravemente heridos. Investigando sobre el hecho, me enteré de que se debió a fallas en el apoyo externo (los remolcadores) y no a errores humanos o técnicos del navío.
En la mañanera del lunes, me enteré de que la presidente Claudia Sheinbaum criticó a quienes, en medio del desaguisado, hicieron comentarios burlones contra la Secretaría de Marina. Reconozco que antes de informarme bien, yo mismo caí en esa trampa.
“Ahora, ¿cómo catalogo yo este ataque que recibió la Secretaría de Marina y el Gobierno? Mezquino. No tiene otro adjetivo, mezquindad, sore todo, cuando dos jóvenes fallecieron, Y en vez de haber una solidaridad, un apoyo, un reconocimiento, poque la Marina Armada de México es una institución gloriosa del Estado mexicano, es increíble lo que hacen: cuidan nuestra seguridad, participan en acciones cuando hay huracanes, en apoyo a la población, tienen su Plan Marina, es una institución muy reconocida por nuestro pueblo”, dijo la presidenta.
La lección es muy clara, las redes sociales son de doble filo, no debemos irnos con la finta de los videos sin explicación, siempre hay que investigar el hecho y utilizar varias fuentes. ¿Usted qué opina?
Ya para finalizar por hoy, con referencia a la construcción de falsas narrativas de Televisa y TV Azteca, le comparto un aforismo de Genaro Villamil: “Hay que liberar el debate público de los amarres tóxicos del mercado”