Por Redacción
Salir a cenar o a tomar algo implica elegir qué beber, y en qué orden. Muchas personas deciden comenzar tomando cervezas, para después continuar con el vino, pero un nuevo estudio evidencia que beber la cerveza antes del vino no es menos perjudicial.
El estudio se ha centrado en 90 personas en Alemania de edades comprendidas entre los 19 y los 40 años, a las cuales se las dividió en varios grupos.
Uno de los grupos bebió dos pintas y media de cerveza, y después cuatro vasos grandes de vino. El segundo grupo se bebió primero las cuatro copas de vino, y luego las dos pintas y media de cerveza. El último grupo solo bebió cerveza o solo vino.
Todas las personas estuvieron bajo supervisión médica durante la noche, y una semana después les volvieron a reunir para la segunda prueba en la que volvían a beber cerveza y vino.
Se cambió el orden de las bebidas, y las personas que el primer día había bebido antes cerveza, bebió vino y viceversa. El resultado evidenció que beber primero vino y después cerveza o al revés no cambia la intensidad de la resaca.
“No encontramos ninguna verdad en la idea de que beber cerveza antes del vino le brinda una resaca más leve que al revés”, ha explicado Jöran Köchling, uno de los investigadores de la Universidad de Witten que ha llevado a cabo el estudio.
“La verdad es que beber demasiado de cualquier bebida alcohólica es probable que resulte en una resaca. La única forma confiable de predecir cómo de miserable se sentirá al día siguiente es por cómo se sienta de ebrio y de enfermo. Todos debemos prestar atención a estas banderas rojas cuando bebemos”, ha afirmado Köchling a la CNN.
Es decir, mientras bebemos debemos identificar si nos duele la cabeza, si tenemos cansancio, deshidratación o dolencias en el estómago.
Así, los investigadores afirman que tener resaca no tiene por qué ser una mala noticia.“Por desagradables que sean las resacas, debemos recordar que tienen un beneficio importante, al menos: son una señal de advertencia de protección que seguramente habrá ayudado a los humanos a lo largo de los siglos a cambiar su comportamiento futuro”, ha explicado el doctor Kai Hensel, de la Universidad de Cambridge, y uno de los investigadores de este estudio.
Por tanto podemos afirmar que las resacas nos ayudan a aprender de nuestros errores, y beber cerveza antes del vino no hará que cambie nuestra resaca, ni es menos perjudicial para nuestra salud, por tanto lo más importante es beber con moderación.
fuente: www.sinembargo.mx