Pobladores de Santa María Tonanzintla año con año, celebran el 3 de noviembre “La boda de la vida y la muerte”; una comisión de hombres y mujeres previamente piden apoyo a toda la comunidad para que éste día inicie desde las 8:00 horas el recorrido por la mayoría de las calles de la población, entre latigazos que emulan cohetones, y llevan como significado la fiesta que representa el buen final de las animas.

Vestidos de mujeres y con máscaras de espanto en su mayoría hombres, adolescentes y niños los acompañantes de la feliz pareja “La muerte y la Vida”, quienes como lo manda la tradición se unirán en matrimonio con el tradicional “Baile del Guajolote”, “El Baile de la Pierna”, “El Baile de la Rama”, para al final del evento en la plaza principal de Tonanzintla, continuar su recorrido por las calles de la población.

La procesión va acompañada de latigazos en el piso hasta llegar las 10:00 de la noche, al paradero final: el panteón. Ahí más 700 personas -a decir de los organizadores-, despedirán a todas aquellas almas que el pasado 2 de noviembre se perdieron en el camino, y que hoy fueron reencontradas para finalmente llegar a su morada eterna, en la que con fuegos pirotécnicos y sorpresas, los vivos les darán el adiós.

La comisión de Maringuillas 2017-2019, “El Viaje continúa”, representada por Víctor Cielo, Javier Cielo y Ángel Porquillo, señalaron que el festejo se ha mantenido de generación en generación, tradición que conjuga lo religioso con lo pagano y buscan año con año fortalecerse, al ser única en el municipio de San Andrés Cholula.

Posteriormente en el panteón, “Las Maringillas” a las 22:00 horas como data desde 100 años atrás, se reúnen  con el resto de los pobladores de Santa María Tonanzintla para ayudar a llegar a su destino final a todas aquellas animas que se perdieron en el camino y no lograron llegar a este lugar que las conduce a la eternidad.