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INVESTIGACIÓN REVELA QUE LAS REFINERÍAS Y POZOS DE PEMEX LANZAN GASES QUE NI EL GOBIERNO SABE QUÉ TAN DAÑINOS PUEDEN SER

Por Redacción

Ciudad de México.– La imagen, a través de la cámara infrarroja, es dantesca: densas nubes negras y grises se extienden y dan giros encima del pozo, que apenas hace unos segundos se veía inofensivo. De hecho, si no fuera por el olor a huevo que nunca se va de esta ciudad y el ruido de las bimbas, parecería que no está funcionando. Porque a diferencia de la Refinería, aquí no salen llamas de lo alto de las instalaciones. Sólo es un veneno incoloro.

Es noviembre de 2017. En Poza Rica, Veracruz, hace un día normal. Los niños van a la escuela y los centros de salud lucen llenos. Pero cuando el equipo de Earth Works saca su cámara y comienza a dirigirla hacia los pozos petroleros que hay por toda la ciudad, el cielo que aparentemente está claro se satura de humos que crecen y se alargan.

¿Qué son esos gases? Nadie aquí puede respondernos. Y meses después, sabremos que nadie podrá hacerlo. Porque en México, las instituciones responsables de controlar las emisiones no monitorean ni registran con metodologías claras las “emisiones fugitivas” (o contaminantes que se escapan) en el proceso de exploración y explotación de hidrocarburos.

Si una persona quiere saber cuánto contamina la fábrica de su municipio o la refinería más cerca de su ciudad, no tiene ninguna posibilidad. Después de meses de preguntar, los investigadores que realizaron este reportaje tampoco pudieron registrar qué gases son los que circulan en los pozos extractivos de Poza Rica. Foto: Especial

Todas las empresas emisoras de contaminantes tienen la obligación de hacer dos trámites: la licencia ambiental única, que es el permiso de instalarse y emitir gases, y la Cédula de Operación Anual, más conocida como COA, un formato para reportar cuantas emisiones hace.

Las COA alimentan el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero, a través de dos instrumentos: el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) y el Registro Nacional de Emisiones (RENE).

La diferencia entre ambos es sutil, pero importante: el RENE registra emisiones de cambio climático y las empresas sólo tienen la obligación de reportar sus emisiones cuando son arriba de 25 mil toneladas al año de gases de efecto invernadero. En cambio, el RETC incluye todas las emisiones (también las que no rebasan 25 mil toneladas al año), e incluye emisiones contaminantes en agua y suelo, no sólo de aire. Es decir, tiene un universo más amplio.

Sin embargo, todos los registros tienen el mismo problema de origen: basan sus datos en las COA. Y una COA es algo que cada empresa presenta de manera unilateral.

“Es como la declaración de impuestos, tú presentas tu información y mientras no te caiga una auditoría, Hacienda la da por buena”, dice Manuel Llano, de Cartocrítca.

El marco legal regulatorio para las emisiones contaminantes de la industria está en La ley General de Cambio de Climático (LGCC), la Ley General de Equilibro Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), la Ley de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos y los reglamentos en materia de registro de emisiones. De ellos se desprende que los organismos encargados de regularlas son el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), creada en 2015 y que concentra varias atribuciones que antes estaban en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Cuando decidimos seguir la pista a los gases de Poza Rica rápidamente descubrimos que es un rastro difícil y que requiere mucha precisión técnica. Así que pedimos ayuda a un grupo de expertos en solicitudes de información, ambientalistas y abogados. La Fundación Heinrich Böll nos llevó a Fundar, Fundar a Cartocrítica y Cartocrítica a Cemda. Durante meses, nos ayudaron a definir y sistematizar medio centenar de solicitudes de información que, para efectos de organización, se dividieron en tres grupos: INECC/Semarnat, ASEA y Petróleos Mexicanos (Pemex).

 

fuente: www.sinembargo.mx

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