Alejandro Mario Fonseca
Hace ya como 50 años, la primera vez que leí Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, tuve una impresión que me marcó para toda la vida: la de que el tiempo muchas veces no pasa, la de que es una fantasía.
El tiempo, decía Aristóteles, parece ser una de las condiciones de posibilidad del movimiento, en tanto el despliegue de las fases de cualquier tipo de cambio requiere de un espacio de tiempo. Esta constatación del intelecto vulgar conduce a la pregunta filosófica por el tiempo en relación con el movimiento.
Y si, hoy sabemos gracias a Einstein, lo que Aristóteles nos anticipaba a manera de sospecha: que el tiempo no existe, lo que existe es el movimiento de la materia en el espacio.
Disculpe usted amable lector, pero le cuento estas ideas locas como un preámbulo para referirme a un problema muy concreto que vivimos aquí en Cholula desde hace ya muchos años: el de la basura.
Y es que el encabezado a 8 columnas del número pasado de El Quetzal (Basura en prueba piloto: Angón Silva) me recordó que, en efecto, el tiempo es una quimera, no existe.
La alcaldesa nos advierte que se tendrán cambios de horarios y días de recolección y que es importante la separación de los desechos. Y al leer esto yo no sabía si “reír o llorar” (es un decir) por la displicencia administrativa ante un problema tan serio.
Así que decidí que lo mejor era divertirme un poco recordándole ya no tanto a nuestras autoridades (porque no entienden que no entienden) lo que hay que hacer con la basura. Y ahí le va, se trata de un artículo que escribí hace ya 10 años, cuando empecé a colaborar en El Quetzal.
¿Qué hacer con la basura?
En estos días en que nuestra ciudad, San Pedro Cholula, vive un conflicto intermunicipal con Calpan, vale la pena reflexionar sobre el concepto de “Ciudad de Bien”. Al parecer la manzana de la discordia es el relleno sanitario que recién se construyó en los linderos con Calpan.
Al menos desde la perspectiva de lo que serían las bases de una “Ciudad de Bien”, la limpieza es el núcleo duro conceptual: una ciudad limpia, sin basura, sin excremento de perro, sin grafitis, sin ruido; pero también, limpia de maleantes, ambulantes, limosneros, indigentes, etcétera.
El tema de la basura no es nuevo. Yo me acuerdo de que por allá cuando el partido verde era realmente partido, realmente ecologista, le propusimos a Alejandro Oaxaca, el presidente municipal en turno, que iniciara un proyecto ambicioso de reciclaje de basura.
Contábamos con un regidor ecologista y eso facilitaba la viabilidad de nuestra propuesta. Si nos recibieron y escucharon en el Cabildo, sin embargo, la idea nunca prosperó. Después nos enteramos de que predominó el argumento de que los cholultecas no estábamos suficientemente maduros desde el punto de vista cultural.
Enterrar la basura es como enterrar dinero
Una década y media después, (el día de hoy serían 25 años) sigo escuchando los mismos argumentos y la solución al problema de la basura sigue siendo la misma: enterrarla.
En estos tiempos de “globalización” (la palabra correcta es mundialización) y de desarrollo “sustentable” (la palabra correcta es sostenible), ya ni en los países ricos se sigue enterrando a la basura. A lo largo y ancho del planeta podemos apreciar como países ricos y pobres (Chile, Italia, Colombia, etcétera) impulsan proyectos como “La basura sirve”, “Basura cero: una alternativa sustentable”, etcétera.
En nuestro país la SEMARNAT (Secretaría del Medio ambiente y Recursos Naturales) tiene ya rato apoyando a los municipios con un programa que se llama “Gestión integral de los residuos, una visión de futuro”. Valdría la pena saber si nuestro municipio está inscrito en este programa, y en qué etapa del mismo estamos.
Con suerte y mi pesimismo es exagerado y los ciudadanos de San Pedro Cholula no sabemos bien a bien qué tan encarrilados ya vamos hacia una Ciudad de Bien. (10/08/2015).
Conclusión
Verdad amable lector, que el tiempo suele ser una quimera. Sin embargo, Cholula no es Macondo, así que hay que ser optimistas y esperemos que ahora que los astros se alinean en los órdenes de gobierno federal, estatal y municipal, la nueva alcaldesa Tonantzin Fernández se tome en serio el problema de la basura.