Por Redacción

La presidenta nacional del Partido Revolucionario Institucional, Claudia Ruiz Massieu, tomó protesta como candidato a gobernador a Alberto Jiménez Merino en un acto que contó con la presencia de los ex gobernadores Melquiades Morales y Mario Marín así como de la ex alcaldesa de Puebla, Blanca Alcalá.

El exdelegado de la Sagarpa pidió a los priístas con los que compitió por la candidatura construir la “unidad, que no significa unanimidad”.

Dijo ser respetuoso de sus excontrincantes Enrique Doger Guerrero, Lorenzo Rivera Sosa y Ricardo Urzúa Rivera, a quienes ofreció “su mano” y pidió su apoyo.

En el acto celebrado en un salón de San Andrés Cholula estuvieron presentes Rivera Sosa y Urzúa Rivera.

Al destacar sus raíces campesinas, Jiménez Merino señaló que su candidatura es una muestra de que la militancia puede acceder a los nombramientos como “resultado del esfuerzo”.

También aprovechó para criticar las “ocurrencias” del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, así como el discurso de reconciliación que promueve el precandidato de Morena, Miguel Barbosa Huerta, al señalar que es mentira.

Evade responder a Doger

En breve entrevista previa a su toma de protesta, Jiménez Merino minimizó las declaraciones de Doger Guerrero en su contra respecto a que representa el regreso del marinismo.

Sin responder a los señalamientos expresó que él solo “siente el apoyo de la militancia” y con ello confía en que ganará la elección a la gubernatura.

Ruiz Massieu y el dirigente estatal del PRI, Javier Casique Zárate, siguieron la misma línea y en sus discursos pronunciaron de forma explícita que el exrector de la Universidad de Chapingo es capaz de ganar los comicios.

Dirigentes evitan hablar de Doger

Al concluir el evento, Casique Zárate minimizó la ausencia de Doger Guerrero y negó que el excandidato a la gubernatura esté abandonando al partido.

“Para nada, no; lo buscaremos”, respondió de forma escueta mientras ayudaba a Ruiz Massieu a evadir a los representantes de los medios de comunicación.

Aunque se intentó abordar a la dirigente priista, no declaró nada y mientras avanzaba a la salida solo accedía a fotografiarse con los simpatizantes.

Lo mismo ocurrió con Marín Torres que pese a la insistencia de los medios evitó decir algo y solo atendió las “selfies”, ya que fue su primera aparición en la escena pública luego de varios años tras el escándalo de red de trata que destapó la periodista Lydia Cacho.

El exgobernador fue junto con Jiménez Merino el más ovacionado durante la hora y media qué duro la toma de protesta.

Al evento de este viernes también acudieron diputados y exdiputados federales y locales, alcaldes y exalcaldes, así como regidores y líderes de los bastiones del PRI, como la CNOP,  la CNC, el Movimiento Territorial y la Red de Jóvenes.